r e l a t o s u c i o

 

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SERGI

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y no olvides quemar todos esos viejos recuerdos

 

eran aproximadamente las 3:30 de la madrugada cuando se encendió una luz en la habitación de claudia. claudia era la hija menor de 3 hermanos.víctor, el mayor vivía en londres con su mujer desde hacía un año. marc, de 25 años, vivía aún con sus padres y dormía en la habitación contigua a la de claudia. así que en la casa eran ahora tres personas: marc, claudia y su madre. sus padres se habían separado hacía 5 años y hacía ya 2 que su padre vivía con una camarera de 26 años, por la que nadie en la familia tenía demasiado aprecio. todos estos datos, sin embargo, no tienen demasiado interés para nuestro relato, si se le puede llamar así, ya que en él sólo aparecen dos personajes: marc y claudia.

claudia tenía 22 años. era una chica morena, de ojos claros, verdes, y piel pálida. estaba bastante delgada, pero no en exceso. la verdad es que era una chica bastante guapa. el caso, sin entretenernos más en los detalles, es que más o menos a las 3:30 a.m. se encendió una luz en la habitación de claudia. a esas horas de la madrugada y no pudiendo dormir le había pasado por la cabeza cierto relato que escribió una vez, a los 15 años si no recuerda mal, y que publicaron en un fanzine literario de la universidad. algo que nos ha faltado por decir antes, y que considero importante destacar ahora, es que una de las pasiones de claudia era escribir relatos. claudia escribía relatos desde los 12 años y en sus ya 10 años de carrera literaria debía haber escrito, por lo menos, 200. el relato en cuestión, cuya historia no merece la pena contar, lo había escrito claudia con 15 años. hasta entonces no le había hablado a nadie de sus aficiones literarias y mucho menos dejado que alguien leyese alguna de sus historias. fue exactamente a los 15 años cuando claudia decidió contarle a laura, su mejor amiga, el secreto y le dejó este relato para que lo leyera. claudia, evidentemente, no olvidó repetirle unas 15 veces más o menos que no le contara a nadie su secreto y que aún mucho menos dejase leer ese relato a nadie más. a laura le encantó el relato y decidió hacer caso omiso a las advertencias de claudia. pasó el relato a ordenador(en esa época claudia escribía sus relatos a mano) y se lo dio a su hermana, responsable de un fanzine literario en su facultad. a la hermana también le gustó el relato, aunque con alguna reserva lógica producto de su mayor madurez. aún así decidió saltarse las normas de su propio fanzine (que sólo admitía piezas literarias de estudiantes de la facultad) e incluyó el relato en el siguiente número. cuando laura le mostró un ejemplar de dicho fanzine literario claudia era consciente de que debía ponerse furiosa, pues su mejor amiga había desobedecido todas sus indicaciones. sin embargo, el hecho de leer su relato, escrito a los 15 años, en un fanzine literario de universidad le hacía sentirse halagada, con lo que en ningún momento se mostró molesta con la culpable de todo el asunto. pero el caso que ahora nos ocupa es que 7 años más tarde, a las 3:30 de la madrugada, claudia ha recordado aquel relato y ha decidido buscar el ejemplar del fanzine que tiene guardado en una carpeta con muchos otros papeles viejos.

interior. noche. habitación de claudia. claudia se encuentra sentada en el suelo leyendo. a sus pies hay una carpeta abierta llena de viejos papeles, fotos... claudia no ha hecho ningún caso a todos esos viejos recuerdos y ha ido directa a buscar la copia del fanzine. claudia ha acabado ya de leer su relato, está un poco sonrojada, siente un poco de vergüenza por ciertas torpezas (tanto lingüísticas como argumentales) del relato. se le ocurre pensar si siempre va a sentir vergüenza de sus relatos cuando los lea siete años más tarde de haberlos escrito. ¿se sentirá avergonzada a los 29 del relato que escribió ayer por la noche? ¿se sentirá avergonzada a los 57 de los relatos que escribirá a los 50? pero no hay forma de responder esas preguntas más que esperar y comprobarlo, así que decide no darle más vueltas. claudia guarda el viejo fanzine otra vez en la carpeta para luego irse otra vez a la cama. al guardarlo descubre, entre todos esos papeles, una foto en la que sale ella abrazada a david. david es el chico con el que claudia salió durante 3 años y 7 meses, desde los 17 hasta los 21. hace ya ocho meses que david y claudia lo dejaron de mútuo acuerdo. claudia permanece un rato sin moverse, con la mirada fija en la foto. hay algo curioso que pasa cuando uno mira estas fotos viejas. si uno mira fijamente a los ojos y trata de saber que pensaba él u otra persona de la foto en ese momento uno se da cuenta de que no se reconoce, ni reconoce a la otra persona (la otra persona ha de ser o haber sido realmente cercana para que esto pueda pasar). no hay manera de saber lo que significan esas miradas. se hacen extrañas. claudia permanece un rato más mirando fijamente la foto, tratando de ver tras su mirada o tras la mirada de david, quién sabe exactamente que es lo que está mirando. luego, procede a un estudio detallado de la carpeta, buscando nuevas fotos, cartas y todo tipo de recuerdos.

interior. noche. pasillo. marc, un joven de 26 años, alto, moreno, de piel pálida y ojos marrones, cruza la puerta de su habitación en dirección al lavabo. deben ser aproximadamente las 4:30 de la madrugada. marc se detiene al observar, por debajo de la puerta, que hay luz en la habitación de su hermana. se acerca a la puerta y oye sollozos. marc golpea la puerta dos veces, con suavidad para no despertar a su madre. en voz baja:

- claudia, claudia no hay respuesta.

- claudia, ¿estás bien?

tras un pequeño silencio:

- estoy bien, marc. vete a la cama.

pero marc no oye bien la voz de su hermana. no la entiende. golpea la puerta dos veces más, espera un instante y la abre. marc encuentra a claudia sentada en el suelo. a su alrededor hay un montón de papeles viejos, fotos... tiradas en el suelo, en una especie de cuidadoso desorden. claudia acaba de secarse las lágrimas pero se le nota en la cara que lleva rato llorando.

- claudia ¿estás bien?

- sí. estoy bien. vete a la cama.

marc y claudia no han tenido nunca una gran relación. no se llevan mal, se tratan con educación, no se pelean, pero no han llegado nunca a intimar.quizás la diferencia de edad de 4 años ha contribuido notablemente a esta situación. hay un largo silencio. marc mira a su hermana y luego recorre el cuarto con la mirada. el espectador podrá deducir fácilmente de su interpretación que no se atreve a indagar más en el asunto, aunque tampoco quiere dejar a su hermana sola llorando a las 4:30 de la madrugada.

- ¿qué estás haciendo?

- nada. miraba estos papeles viejos.

marc se queda un instante más de pie, en la puerta, sin saber que hacer. luego da un paso, entorna la puerta y se sienta en el suelo con su hermana. la toca la mano un instante pero enseguida la retira, como si creyese que ha sido tomarse demasiada confianza. luego coge una foto del suelo. coge LA FOTO del suelo. la foto que ha desencadenado toda esta situación. mira la foto y luego mira a claudia.

- ¿os habeis peleado o algo?

claudia que lleva desde mirando al suelo desde que marc ha entrado, sin atreverse a levantar la vista ante este insólito momento fraternal, levanta ahora ligeramente la cabeza, aunque sin llegar a mirar los ojos de su hermano. mira la foto y niega con la cabeza.

- ¿entonces? ¿qué es lo que te pasa? no te pienso dejar aquí llorando en medio de la noche.

- no lo sé, marc. nada importante. se me ha ocurrido mirar todos estos viejos papeles y...

- ¿pero no pasa nada con david?

- david y yo cortamos hace 7 meses.

durante casi medio minuto la habitación queda en total silencio. la noticia parece haber descolocado a marc, que no sabe como continuar con su papel de hermano mayor si dispone de tan poca información sobre su partenair. después de este largo silencio trata de continuar:

- ¿y aún te gusta?

- no. no me gusta. no pasa nada. sólo me he puesto a mirar todo esto y... no sé, me ha dado lástima. no entiendo como funcionan las cosas. no entiendo por qué cambiamos tan rápido. mira estas fotos, no soy yo, no sé quien es esa chica con cara de idiota. y tampoco soy capaz de reconocerlo a él. y no creo que me apetezca seguir pasando siempre por esto ¿sabes? no me apetece tener 40 años y tener cientos de fotos de alguien que no reconozco y que se supone que soy yo. marc examina la foto. evidentemente él no ve nada extraño. aunque en cierta manera misteriosa cree entender lo que dice su hermana.

- creo que sé lo que dices.

- ¿en serio?

- no lo sé. creo. aunque yo nunca miro fotos viejas y tú tampoco deberías hacerlo. ni leer estas cartas. (lo dice señalado varios sobres que hay junto a claudia).

- supongo.

- deberías deshacerte de todos estos papeles viejos. está claro que no te hacen ningun bien.

- pero sabe mal, ¿no?

- venga, claudia. vete a dormir. todo esto no sirve de nada. si ese chico ya no te gusta olvídate de él. o sed amigos si quereis, pero no te dediques a mirar fotos viejas por las noches.

hay un rato de silencio en la habitación. luego claudia levanta la mirada hasta ver los ojos de su hermano, por primera vez en toda la conversación. luego vuelve a bajarla rapidamente.

-déjame sola, ¿vale? gracias. pero déjame sola un rato.

- vale, ya me voy. yo sólo salía a mear. (sonríe)

marc mira a claudia, su hermana no le ríe el chiste. se levanta y sale de la habitación.

- buenas noches.

- buenas noches.

marc cierra la puerta. claudia queda dentro,sentada en el suelo, con sus fotos, sus cartas... coge otra vez LA FOTO y se queda mirándola fijamente. durante casi un minuto entero aguantamos este plano medio de claudia mirando fijamente la foto. silencio total. nada se mueve. en el cine algunos espectadores suspiran. una pareja joven se levanta y salen de la sala. el plano de claudia se aguanta un poco más. luego fundimos a negro.

interior. día. habitacíon de marc. son las 12:00 del mediodía. la persiana no está del todo bajada y algunos rayos de sol entran por la ventana, cayendo directamente sobre marc,que duerme. marc se despierta. mira el reloj, ve la hora y vuelve a cerrar los ojos. da un par de vueltas en la cama. cinco minutos más tarde decide levantarse. se pone las zapatillas y una bata para salir de la habitación. al pasar junto a su mesa ve una abultada carpeta de color marrón con un trozo de papel encima. coge el trozo de papel y lo lee:

 

Gracias.
Deshazte tú de esto, por favor.
Yo no sería capaz.
Como sé te ocurra siquiera abrir esta carpeta vas a sufrir durante el resto de la eternidad.
Gracias.

Claudia.

 

Marc sonríe. arruga la nota y la tira a la basura. luego sale de escena.

(22-1-2002)