r e l a t o s u c i o

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la noche que nunca existió (filosofía barata de un futuro alcohólico)

 

cinco cervezas. son las ocho y media de la tarde y estamos en un bar cerca de mi casa. empiezo a estar un poco borracho. el problema de beber por la tarde es que luego no quieres irte a cenar a casa y acabas siguiendo toda la noche. es un mal asunto para tu hígado y tu bolsillo. mi amigo ha quedado para cenar en casa de dos chicas argentinas, me invita. yo siento que no voy a estar cómodo, que no he sido invitado, que ellas preferirían que fuese mi amigo solo. él dice que no es verdad, que son gente muy sociable. yo no lo soy. de todos modos no tengo ganas de irme a casa así que acepto.

cenamos spaghetti. es cierto, son gente muy sociable. una de las dos no está mal, pero eso no tiene importancia. yo estoy un poco borracho así que también me muestro sociable. dos botellas de vino. no sé si es cierto pero tengo la sensación que me he bebido una entera yo solo. luego tomamos helado. luego nos sentamos en el sofá y charlamos un rato. nos enseñan un vídeo de nosequé, algo de un tipo que hacía los mejores batidos de chocolate del mundo. al menos eso decía él. toda su vida giraba en torno a los batidos de chocolate. pobre hombre. quizás no. creo que debería ampliar sus horizontes y provar otros sabores. lo siguiente que recuerdo es que me tomé una foto a mí mismo en el espejo del baño. me gusta llevar encima una de estas cámaras desechables, por si surge la ocasión. y esa noche surgió cuando vi mi cara de idiota en el espejo del baño. aún no he revelado el carrete. lo siguiente que recuerdo es una cerveza y un chupito de tequila. lo siguiente que recuerdo es despertarme en mi cama a las dos del mediodía.

mi ropa está tirada por el suelo de la habitación. los pantalones en una punta, el jersei en la otra... no tengo ni puta idea de cómo he llegado allí. mi bolsa ha desaparecido. no llevaba muchas cosas de valor, pero era mi bolsa y mis cosas. y una peli del videoclub que quizás jamás podré devolver. llamo a mi amigo, él aún dormía. me cuenta que empecé a hablar sin sentido, que ninguno de los tres entendía nada. luego dije que me iba a quedar a dormir, y me estiré en el sofá. mi amigo dijo que nos teníamos que ir y me sacó de allí. me llevó hasta el autobús. fui todo el camino hablando sin sentido. él se esforzaba en entenderme, pero no había manera. luego me metió en el autobus. después nadie sabe nada.

- ¿sabes si llevaba mi bolsa?

 

- no lo puedo jurar, pero estoy casi seguro que sí.

mierda. perdí mi bolsa en el autobus y no recuerdo nada. llamo a la compañía. pregunto por una bolsa negra, no saben nada. mierda.

de alguna manera yo estaba en casa de esas chicas y luego estaba en mi casa. ¿qué pasó entremedio? nadie lo sabe. quizás no ocurrió nada. quizás esa noche nunca existió. si nadie lo recuerda quizás nunca ocurrió. mi amigo me ha contado hasta que entré en el autobus. he de confiar que todo eso sí ocurrió. luego... es posible que haya habido un salto temporal. que el mundo haya pasado automáticamente de mi entrada en el autobus a yo en mi cama durmiendo. es tan posible que esa noche existiera como que no existiera. tal vez todo esto sea una auténtica estupidez. de hecho todo esto es una auténtica estupidez. una auténtica estupidez al más puro estilo de viejo filósofo estúpido. todas las noches ocurren. si yo no recuerdo la de ayer es porque soy un puto borracho.

lo curioso del asunto es que no recuerdo nada y no me vio nadie a quien conozca. por tanto no tengo manera alguna de saber que pasó. quizás vomité en el autobus y me echaron y llegué caminado hasta mi casa. quizás me busca la policía: asesinato, robo, violación... los caminos del alcohol son inescrutables. quizás dentro de nueve meses alguien me reclame la paternidad de un niño. quizás me casé en las vegas. aunque probablemente no pasó nada. entré en ese autobús, me senté y bajé en mi parada. caminé hasta mi casa, entré y me puse a dormir. probablemente esto es lo que pasó, aunque no puedo descartar las otras posibilidades. bueno, digamos que lo de las vegas es poco probable.

al final la bolsa se había quedado en casa de las chicas. mi amigo estaba fuera de la ciudad así que me dio su número. las llamé y fui a buscar la bolsa. pude recuperar mis cosas, y pude devolver la peli al videoclub, aunque dos días tarde.

en fín, la única conclusión es que es posible que tenga un problema con la bebida. no, no soy alcohólico, aunque si sigo así todo llegará. no necesito beber. no bebo cada día, ni cada dos, ni cada tres. el único problema es que cuando empiezo no puedo parar. tal vez debería dejar de hacer estas cosas. tal vez debería dejar de ir emborrachándome por ahí y olvidándome de todo. tal vez, pero no tengo nada mejor que hacer.

(20-12-2001)