r e l a t o s u c i o

 

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SERGI

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un nuevo orden mundial

 

creo que vale la pena empezar diciendo, por sí algun lector todavía no lo sabe, que los reyes son los padres. y ellos, sin lugar a dudas son los culpables de todos nuestros males.

hay un día, en la vida de toda persona, en que uno descubre la verdad. la información suele llegar a través de un amigo. el rumor se extiende de amigo en amigo. es de suponer que existió, en tiempos remotos, un primer amigo que descubrió por sí mismo la mentira, pero eso ya forma parte de la leyenda. cuando el individuo recibe la información por primera vez opta en un 90% de los casos por la incredulidad. es algo demasiado absurdo como para creerlo. sin embargo, el amigo ya ha sembrado en nuestro interior la semilla de la duda. a partir de ese momento uno no puede parar de darle vueltas al tema. la duda nos corroe, nos absorbe y se adueña totalmente de nuestro pensamiento. finalmente uno no puede resistirlo más y decide preguntárselo a los padres. el amigo puede mentir, los padres no. los padres, alegremente, confirman la sospecha. y lo hacen como si no pasase nada, como si no fuese nada malo. incluso algunos llegan a sonreirse, orgullosos, porque su hijo ya no es tan pequeño, y ya lo ha descubierto.

esta forma de llegar a descubrir la verdad, preguntando a los padres después de ser informado por un amigo, es la habitual, que ya es bastante dolorosa. no quiero ni imaginar la terrible experiencia de ese primer amigo legendario que salió de su habitación en medio de la noche y, sin que nadie le hubiese dicho nada, lo vio todo con sus propios ojos.

el descubrir que los reyes son los padres es un hecho realmente traumático en la vida de todo individuo. los padres fingen no entender el sentido de nada: "ahora has perdido la ilusión por los regalos" dicen la siguiente navidad. no hay peor mentira que esa. esa es la mentira con la que los padres vienen justificando ese enorme delito contra sus hijos desde el inicio de los tiempos. una vez que uno sabe que los reyes son los padres la ilusión se mantiene. los regalos siguen siendo los mismos. la navidad siguiente al descubrimiento, como cada navidad, uno se levanta por la mañana y encuentra un montón de objetos que deseaba. que más da si esos regalos los han traido tres extraños de oriente, un gordo con barba vestido de rojo, o tus padres. es incluso mucho mejor que los traigan tus padres, después de aguantarte durante todo un año incluso te hacen regalos. realmente uno se siente querido.

el descubrir que los reyes son los padres es traumático en la medida en que pone de manifiesto el engaño. uno ha sido estafado durante todos estos años. las personas en quien más confiabas de este mundo te han mentido. incluso se han burlado de ti empujandote a que escribieras cartas que alguien tiraba a la basura o que dejases turrón y unas copas de cava para los reyes, que llegarían cansados, que luego ellos se tomaban. cuando uno recibe la información del amigo por primera vez no se lo cree. "mis padres no serían capaces de eso" piensa. cuando uno descubre que sus padres sí han sido capaces de tal atrocidad, el dolor es enorme. y surge el gran problema. ¿cómo vas a confíar en alguien que te ha mentido durante los últimos ocho años? no se puede confíar en los padres. nunca más. uno podría pensar que sólo se puede confíar en los amigos, pues ellos nos han revelado la verdad. pero los amigos de todo niño dicen una cantidad enorme de mentiras por minuto. e incluso hay algunos que uno o dos años antes juraban haberse despertado en medio de la noche y haber visto a los tres reyes dejando los regalos. tus amigos no sólo también dicen mentiras sino que algunos son incluso cómplices de todo ese gran montaje de los padres.

a partir de este hecho traumático el individuo pierde la confianza. no se puede confíar en los padres, no se puede confiar en los amigos... ¿se puede confiar en alguien? la respuesta es no. en nadie. es una verdadera tragedia.

¿qué pasaría si los niños supiesen la verdad desde el principio? ¿si no hubiese reyes? como he dicho antes la ilusión por los regalos no se pierde. da lo mismo de quien provengan. y de todas maneras siempre es mejor que provenga de tus padres que no de tres tipos a quien ni siquiera conoces. por tanto, si cada navidad el niño recibiese regalos de sus padres sin mentira alguna todo sería mucho más fácil. no habría trauma. uno no perdería jamás la confianza en sus padres. y quizás si los padres no mintiesen, los amigos, que son hijos de otros padres, tampoco mentirían jamás. siempre se podría confiar en los demás, en todo el mundo. la palabra mentira no existiría, tampoco la palabra ficción. el cine o la literatura no existirían, no serían nacesarios. la ficción sirve para sentirse mejor, para olvidar, o para sentir la catársis, en cualquier caso para purgar nuestros males. si no hubiese mentira, no habría males que purgar.

los reyes son, por tanto, el inicio de todo mal. de los reyes magos surge la mentira, y de la mentira todo lo demás. sin los reyes magos jamás hubiese existido la inquisición, las dos guerras mundiales, las diferencias entre primer y tercer mundo, ni todo lo que queda aún por venir. si abolimos los reyes crearemos un nuevo orden mundial, donde todo el mundo vivirá en paz, donde no habrá diferencias entre ricos y pobres, donde el estado no será necesario. el asesintato de los reyes magos es algo urgente. revelad toda la verdad a vuestros hijos antes de que sea demasiado tarde. dejad vuestros empleos y quemad vuestros estúpidos disfraces de paje. no traumaticemos a otra generación. muerte a melchor, gaspar y baltasar. larga vida a la verdad.

(18-12-2001)